8 de setiembre, Día del agricultor: La esperanza es más fuerte
8 de setiembre, Día del agricultor: La esperanza es más fuerte
Los agricultores son quienes nos dan el pan de cada día y al mismo tiempo cuidan la tierra. Sin embargo, su día rara vez aparece en la agenda pública. A pesar de este olvido, que lleva muchas décadas, agricultores de nuestra región comparten en esta nota sus testimonios de trabajo y esperanza, sus esfuerzos para construir nuevas alianzas que permitan creer en un futuro mejor.
“Trabajo simple que nadie verá y que no será noticia. Porque la única noticia auténtica de la siembra la da sólo la tierra y su historia, y se llama cosecha. En las mesas se llama pan”. P. M. Menapace
Voces campesinas
“¡Miren que hermosas plantas que tengo! Esto es vida y salud!… Pego un sapukay, agarro mi azadita y ya me pongo a trabajar!”, expresa don Ángel Vallejos, campesino chaqueño desde su chacra de Pampa Almirón a través de su teléfono celular.
Con sus setenta y largos años, Don Ángel sigue confiando en el trabajo de su chacra, tratando de contagiar su entusiasmo a los jóvenes rurales que hoy enfrentan la difícil decisión de quedarse o abandonar su tierra en busca de oportunidades.
Haciendo frente a la crisis económica y a los recortes de ayuda del Estado nacional, Raúl Cococcioni, productor de la zona de Villafañe en el sudeste formoseño, también aporta su testimonio de esperanza: “Gracias a Dios este año vino con buenas lluvias y pocas heladas, hoy está todo verde y la acelga ya llega hasta la cintura. Lo que se siente es el bajón económico. La gente prioriza el pago de la luz y otros gastos. Por eso la venta de verduras mermó demasiado. De 40 mazos de acelga, pasamos a vender 10 o 15”.
Acerca de la ayuda estatal, Cococcioni destaca el aporte del “Plan Nutrir”, implementado por el Gobierno provincial: “Nos compran directamente a los productores. Luego arman bolsones con frutas, verduras y otros alimentos y distribuyen a familias humildes de toda la provincia. Esto nos salvó a muchos”.
En la zona de Bella Vista, Corrientes, Matilde Parodi, integrante de la Cooperativa Agroecológica “Las Tres Colonias”, también nos relata los avances logrados por las familias agricultoras: “Además de nuestros dos puestos de venta en la ciudad, avanzamos con la distribución mensual de bolsones de alimentos, coordinando la entrega con el municipio. Aportamos también al programa municipal “Maternar con amor”, que acompaña a familias y madres embarazadas con charlas y provisión de alimentos saludables”.
Acerca de sus deseos en el Día del agricultor, Matilde señala: “Nuestro desafío es dar oportunidades a los jóvenes. Ellos ya aportan con sus emprendimientos y hasta nos ayudan con las redes sociales para vender mejor”.
En Santa Fe, Dina Domínguez, de la organización Creciendo Juntos, celebra “el orgullo de producir nuestros propios alimentos de forma saludable”.
En cuanto a las dificultades señala “las pérdidas por el cambio climático, con heladas, sequías e inundaciones cada vez más fuertes, y la contaminación ambiental provocada por el uso indiscriminado de agrotóxicos en campos cercanos”.
Frente a la crisis económica, Dina destaca que “la organización sigue adelante con proyectos de ganadería bajo monte. Y para los socios que más urgencias tienen, implementamos un fondo rotatorio de ayuda solidaria”.
Karina Caro, joven productora del Paraje El Desvío, Santiago del Estero, también resalta la importancia de la producción agropecuaria para el autoconsumo familiar. 
“En estos tiempos de crisis, la cría de cabras para producción de carne se vuelve importante para la salud y la economía de la familiar, sobre todo por la forma natural en que producimos. La venta está complicada por la emergencia económica, pero nos estamos organizando para agregar valor a la carne, aprovechando para elaboración de chacinados y otros productos”.
Al igual que en la mayoría de las provincias, Karina explica que el éxodo de los jóvenes es un problema sentido para la comunidad: “Somos pocos los que quedamos en el campo. Por eso, a través de la organización buscamos alternativas, posibilidades de proyectos y emprendimientos que puedan animar a los jóvenes y favorecer su arraigo”.
Luces y sombras, del Día del Agricultor
La agricultura familiar es la que nos da gran parte de los alimentos frescos y accesibles que llegan a nuestra mesa. Sin embargo, hoy atraviesa una crisis profunda: falta de tierra, precios injustos, competencia desleal y políticas públicas que nunca terminan de llegar.
Pese a tantas dificultades, como lo reflejan los testimonios de esta nota, muchas familias campesinas no se rinden. Buscan alianzas, crean cooperativas, inventan nuevas formas de producir y comercializar.
El Instituto de Cultura Popular (INCUPO), acompaña estas experiencias, impulsando la formación de grupos de jóvenes, la creación de emprendimientos productivos y el fortalecimiento de sus organizaciones.
También, trata de incidir en la agenda pública a través de distintas propuestas. En los últimos meses, en el marco de la iniciativa Alianza Austria – Argentina, impulsó junto a 30 organizaciones campesinas una recolección de firmas de apoyo a la Agricultura Familiar, reclamando la aplicación urgente de políticas públicas para el sector, en especial, la Ley de agricultura Familiar.
La campaña recogió unas 1300 respuestas de apoyo, de organizaciones de la sociedad civil, universidades, organismos gubernamentales, docentes, estudiantes, técnicos, productores, consumidores y ciudadanos en general, de Argentina, pero también de otros 13 países de América Latina y Europa.
Esta adhesión masiva, anima a seguir construyendo nuevas acciones en defensa de la Agricultura Familiar y la Soberanía Alimentaria. Buscando a su vez, nuevas alianzas que permitan articular lo técnico y lo político, lo rural y lo urbano, lo académico y lo popular; para construir una propuesta estratégica para un futuro más justo, sustentable y arraigado en los territorios.
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