Encuentro regional de jóvenes rurales: Sembrando futuro con trabajo y solidaridad
Encuentro regional de jóvenes rurales: Sembrando futuro con trabajo y solidaridad
Unos 60 jóvenes rurales de cinco provincias del norte argentino se reunieron los días 7 y 8 de noviembre en San Cayetano, Corrientes, para compartir experiencias, aprender nuevos oficios y fortalecer sus proyectos productivos.
El evento, organizado por el grupo “Jóvenes ATR” (Asociativismo, Trabajo y Ruralidad) con acompañamiento de INCUPO, se convirtió en un espacio de aprendizaje, inspiración y compromiso con el arraigo y la economía solidaria.
Aprender haciendo
Durante la primera jornada, los jóvenes protagonizaron cinco talleres teórico-prácticos, donde se compartieron saberes y se pusieron las manos en acción.
Desde Añatuya (Santiago del Estero), un grupo presentó cómo aprovechar la carne caprina elaborando chorizos, hamburguesas y paté.
Candela y Eve Herrera, de Saladas (Corrientes), junto a artesanas del pueblo Qom del Chaco, mostraron sus trabajos en entramados, tejidos y crochet, utilizando palma y chaguar como materiales tradicionales.
Otro taller estuvo a cargo de Marcos Quiróz, también de Saladas, quien explicó el funcionamiento de su vivero de plantas ornamentales y medicinales e invitó a los participantes a crear plantas con la técnica japonesa del kokedama.
Desde el norte santafesino, Ezequiel Paredes y Rubén Ramírez, de la carpintería artesanal de Tacuarendí, enseñaron la elaboración de techos de paja, una técnica que combina cultura, paisaje y economía local.
Para cerrar la jornada, David Acosta, del grupo de jóvenes de Santa Ana (Corrientes), brindó una charla sobre Monotributo, destacando su importancia para formalizar emprendimientos, emitir facturas y acceder a derechos como jubilación y obra social.
Emprendimientos que fortalecen el arraigo
“Los proyectos productivos que los jóvenes desarrollan en sus comunidades son la base del funcionamiento de Jóvenes ATR”, explicó Laura Maldonado, referente de INCUPO.
El grupo, que nació en 2022, hoy acompaña a 150 jóvenes rurales que llevan adelante más de 30 emprendimientos en Santa Fe, Chaco, Corrientes, Santiago del Estero y Formosa.
“Estos emprendimientos están permitiendo a los jóvenes fortalecer su identidad, generar ingresos y, sobre todo, quedarse en sus lugares de origen con un proyecto de vida propio”, señaló Maldonado.
Además, destacó el crecimiento del grupo a nivel regional: “Los jóvenes asumen un rol protagónico, no solo en sus proyectos, sino también en la vida comunitaria, impulsando capacitaciones y animando a otros a sumarse”.
Otra forma de hacer economía
La segunda jornada se dedicó a reflexionar sobre la Economía Social y Solidaria. A partir de las experiencias compartidas, los jóvenes analizaron los cambios económicos en sus comunidades y reafirmaron su compromiso con una economía centrada en las personas y el cuidado del ambiente.
“En una economía marcada por el individualismo y la rentabilidad a costa de la naturaleza, promovemos otra economía: más justa, sostenible y humana”, resumieron en una de las conclusiones del trabajo grupal.
Crecer desde el lugar
Para Valentino Villarreal, productor avícola de Santiago del Estero, el balance del encuentro fue más que positivo:
“Además del crecimiento personal, vemos cómo cada año se suman más jóvenes con ganas de apostar al campo. Este es el mayor logro de Jóvenes ATR: convencernos de que podemos vivir de lo que hacemos, de lo que nos gusta y crecer desde el lugar donde estamos”.
Con entusiasmo, compromiso y trabajo colectivo, los jóvenes rurales del norte argentino siguen demostrando que el arraigo también se cultiva con ideas nuevas y una economía que mira al futuro sin olvidar sus raíces.
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