fbpx

NO TE COMAS CUALQUIERA ¿Sabemos lo que comemos?

14 Feb 2024 | AGROECOLOGÍA, BOSQUES Y ECONOMÍA SOCIAL

¿Cuánto conocemos sobre la forma en que se producen los alimentos que consumimos?
¿Es lo mismo un alimento natural que otro producido con agroquímicos? ¿Cómo diferenciarlos?
Técnicos y productores agroecológicos aportan sus experiencias y saberes para lograr un consumo responsable, que proteja nuestra salud humana y ambiental.

Tomates con gusto a tomate

“La principal diferencia entre un tomate producido en forma natural, agroecológica y otro obtenido con alto uso de agroquímicos está en la consistencia, y sobre todo en su valor nutricional”, explica Fredy Fleitas, productor y técnico de INCUPO de la zona de Bella Vista, Corrientes.
“El tomate natural es blando, de color uniforme y de sabor intenso. El otro, si bien se conserva por más tiempo, no tiene buen sabor, y al partirlo, vemos que su proceso de maduración no está completo. Además, los agroquímicos utilizados en su cultivo pueden contaminarlo y afectar nuestra salud al consumirlo”

La producción agroecológica utiliza insumos y prácticas naturales, no contaminantes, logrando suelos fértiles y sanos. Por ende, las verduras y hortalizas que se obtienen tienen mayor contenido de nutrientes, favoreciendo la salud humana y ambiental.

Huevos: “La diferencia está en la cría de las gallinas”

“Nuestra forma de cría es “a campo”, en espacios abiertos, donde las gallinas se alimentan en forma natural, reforzando su alimentación con maíz”, explica Abel Ortíz, productor agroecológico correntino. “No usamos productos químicos ni antibióticos como se utiliza en los criaderos donde los animales están hacinados en jaulas”, aclara.
“La diferencia en los huevos se nota al romperlos, por el color de la yema. En los huevos “caseros” tiene color intenso y de gran consistencia. En los “de criadero”, las yemas son de color pálido y de consistencia parecida al agua”.

La cría de animales en espacios reducidos provoca múltiples enfermedades. Por esto, se recurre al suministro de antibióticos de manera sistemática.
La cría a campo respeta los tiempos de desarrollo, permite a los animales mayor movilidad y alimentarse de forma natural. Se obtienen de esta manera huevos con alta calidad nutricional, por su mayor contenido en proteínas y antioxidantes, sustancias naturales que previenen el envejecimiento de las células.

La “incomparable” harina de maíz criollo

“Para que la masa de los “chipacitos” salga esponjosa y con sabor especial usamos la harina de maíz criolla, que plantan y elaboran nuestros productores feriantes. Es incomparable, parece que usamos choclo fresco”, explica “Maruca”, conocida por sus riquísimos “chipacitos artesanales”, especies de bollitos preparados con queso y harina de maíz o de mandioca, que vende junto a su marido Eduardo en la feria del Parque Mitre de Corrientes.
“Lamentablemente, la harina de maíz que se adquiere en el supermercado, tiene mucha mezcla. Para nada se puede comparar. Cuando no conseguimos la harina artesanal, directamente no hacemos chipacitos”.

Hacia un consumo consciente y responsable

Interesarnos por conocer de dónde provienen y cómo se producen nuestros alimentos es un ejercicio de “consumo responsable”, que tiene consecuencia directa en nuestra salud humana y ambiental.
Al definir qué alimento comer, estamos eligiendo en qué sociedad queremos vivir, y qué planeta queremos dejar a nuestros hijos.
Productores y consumidores tenemos el desafío de trabajar por nuestro derecho a una alimentación saludable.

Junto a los campesinos y pueblos indígenas

En sus 50 años de vida institucional, INCUPO lanzó una campaña para que la sociedad se sume a defender el monte, la producción agroecológica y los derechos indígenas del Gran Chaco. Quienes estén interesados a sumarse a este desafío, pueden donar aquí