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Ganadería agroecológica: Sabores y saberes del monte santiagueño

4 Oct 2022 | AGROECOLOGÍA, BOSQUES Y ECONOMÍA SOCIAL

Frente a modelos de producción que destruyen y contaminan el ambiente, organizaciones campesinas de Añatuya, junto a INCUPO impulsan la “ganadería agroecológica”. Una práctica que articula sabiduría campesina con tecnologías que promueven la nutrición y salud animal a partir del monte nativo.

“Algo nuevo, muy antiguo”

“El monte provee alimentos para las familias y animales. De allí sacamos las vainas de algarroba, de vinal y tusca. Las guardamos en silos y después molemos para hacer balanceados caseros”, explica Marta Gómez, campesina de Añatuya.
Del monte también extraen productos para la sanidad animal. En su elaboración participan alumnos de la Escuela de la Familia Agrícola (EFA) Avellaneda
“Macerando plantas de monte preparamos “tintura de tusca”, para desinfección de ombligo de cabritos recién nacidos. También tintura de eucalipto y chañar, para la enfermedad conocida como “moquillo”, explica Juan Chávez, estudiante de sexto año. Y aclara: “Estos preparados lo aprendimos a hacer en la escuela, y forman parte del botiquín que utilizamos como práctica sanitaria en rodeos de cabras de 8 familias de la zona”.
“La nutrición y sanidad animal con productos naturales son las características principales de la “ganadería ecológica”. Nosotros, los técnicos la llamamos así, pero es una práctica ancestral de las familias campesinas”, destaca Sergio “pajarito” Parra, técnico de INCUPO.
La experiencia lleva varias décadas, y cuenta con la participación de unas 70 familias, nucleadas en la Mesa Zonal de Tierras (MEZAT), y algunas pertenecientes a la EFA Avellaneda.

Alimentos del monte nativo

“Para el alimento balanceado, utilizamos por ejemplo las vainas de algarroba. Luego de molerlas, agregamos “goma de brea” y prensamos. Así, obtenemos bloquecitos de alimentos naturales que nos permiten lograr una carne sana”, explica Emilce Luna, campesina de la zona.
“La gente ya nos conoce, saben que no utilizamos productos químicos que pueden dañar la salud. Y por eso prefieren nuestros productos”, resalta.

Peletizadora

“Nuestro desafío es seguir produciendo con el monte en pie. Por eso tratamos de optimizar la producción de alimentos balanceados con frutos del monte, como Itín, mistol, guayacán, y también de la chacra, como maíz y alfalfa” explica Parra.
“Para esto, utilizamos una pequeña máquina peletizadora. Así obtenemos los “pellets”, que son pequeñas porciones de alimentos prensados, que permiten una mejor administración y conservación del alimento para animales”, explicó el técnico de INCUPO.

 

“El Cabrito Añatuyense”

La alimentación y sanidad animal lograda en forma natural, sin el uso de químicos, permite obtener alimentos saludables, impregnados de cultura local y de alto valor nutricional.
La alta demanda de estos productos llevaron a las familias campesinas a crear el puesto de ventas “Kuskas Yamkayku”, en idioma quichua: “Trabajando juntos”, que funciona en el mercado municipal de Añatuya.
Para posicionarse en el mercado regional, promovieron la utilización de una “marca”, una “denominación de origen”, que los distingue: el “Cabrito Añatuyense”.
Con el fin de facilitar y mejorar su venta, se están capacitando en el uso de sierras carniceras, para despostar o trozar las reses de acuerdo al nomenclador de cortes.
Esto les permite la venta de cabritos por piezas, con cortes envasados al vacío, logrando mayor higiene y posibilidades de colocación en diferentes puestos de venta de la región.

La alimentación agroecológica se abre camino, con la experiencia campesina y el aporte de nuevas tecnologías que permiten optimizar el aprovechamiento de los recursos locales y abastecer a las comunidades de alimentos saludables y a precios justos. Eslabones fundamentales de nuestra Soberanía Alimentaria.

Junto a los campesinos y pueblos indígenas

En sus 50 años de vida institucional, INCUPO lanzó una campaña para que la sociedad se sume a defender el monte, la producción agroecológica y los derechos indígenas del Gran Chaco. Quienes estén interesados a sumarse a este desafío, pueden donar aquí